Cómo elegir un portabultos de bicicleta.
- Publicado por Snail Touring
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Está claro que para hacer cicloturismo, si hablamos de material, lo más importante es la bicicleta. Pero después de ella, un elemento fundamental es el portabultos. De él vamos a hablar hoy.
Para empezar, se trata de un artículo con una amplia gama de nombres: portabultos, portaequipajes, parrilla, transportín… ¿o es trasportín? Esta duda la hemos tenido todos y la solución es que, según la R.A.E., ambas están aceptadas.
El transportín es la pieza que se convierte en una extensión de la bicicleta, ya que está destinada a soportar el peso de gran parte de lo que necesitamos para hacer un viaje en bici. Por esta razón, tiene que ser un elemento al que prestemos gran importancia, ya que no servirá de nada una buena calidad en el resto de componentes si, en la primera curva, el transportín no es capaz de soportar la carga, se rompe y acaba estropeándonos el viaje.
Lo más importante cuando vas a elegir un portabultos es asegurarse de que es compatible con tu bicicleta y que puede aguantar el peso que va a tener que soportar. Además, la carga debe ir de forma estable y segura, de manera que no se mueva y salte por los aires en cuanto cojas unos baches con la bicicleta.
Características para elegir un transportín de bicicleta.
Material del portabultos.
Existen varios tipos de materiales a la hora de fabricar un portabultos. Los principales son el aluminio y el acero. Los de aluminio son más ligeros, pero soportan menos peso. Son los más extendidos ya que, para la cantidad de peso que suele llevar el cicloturista medio, cumplen su función a la perfección. Los de acero son más pesados, pero soportan más peso. A esto hay que añadir otra ventaja, que es que se pueden soldar. Si uno de aluminio se te rompe, tendrás que echar mano de cinta y bridas para sujetarlo hasta que puedas cambiarlo por otro. En cambio, el de acero, si se suelda bien, estará como nuevo, y en determinadas regiones del mundo es más fácil dar con un soldador que con una tienda de en la que encontrar un transportín. Otro material es el titanio, que consigue reducir más el peso sin perder capacidad de carga como el aluminio, pero son mucho más caros. Todo depende de tu presupuesto y del tipo de viaje que vayas a hacer.
Tipo de frenos de la bicicleta.
Hoy en día casi todos los transportines ya sirven para cualquier tipo de freno, ya sea v-brake o de disco. Aún así, hay que asegurarse muy bien de esto ya que, mientras que los portaequipajes para frenos de disco sirven para los demás tipos de frenos, no sucede lo mismo al revés.
Geometría del portabultos.
La estructura del diseño del transportín es muy importante. No son igual de resistentes los que solamente son dos tubos doblados que los que tienen varios entrelazados y unidos por diferentes puntos. Esto, además de ayudar a que soporten más carga, permite que la misma se sujete de forma más segura y estable.
Una opción interesante es que tengan la posibilidad de anclar las alforjas por debajo de los tubos superiores. De esta manera se baja el centro de gravedad, ayudando a la conducción de todo el conjunto, y deja más espacio libre para cargar cosas en la parte de arriba del portabultos.
Tamaño de la rueda de la bicicleta.
Por norma general, los portabultos ya son compatibles con casi todas las medidas de ruedas, sobre todo desde que en el mundo de la mountain bike comenzó la fiebre por las de 27,5” y 29” frente a la clásica de 26”. Esto ha hecho que los fabricantes presenten modelos que no tengas que cambiar si te haces con una bicicleta nueva con ruedas de diferente medida. Aún así, hay que asegurarse de que el portabultos que vamos a comprar nos servirá en nuestra bici. No solo comprobándolo montando el transportín, sino también comprobando que no roza nada de las alforjas o de lo que pongamos encima.
Peso máximo que soporta el portabultos.
Cada portabultos puede cargar un peso máximo a partir del cuál te expones a una rotura del mismo que te puede amargar el día. Este límite, junto al tipo de viaje que vayamos a hacer, es muy importante cuando vayamos a cargar la bicicleta. Al coger un bache el peso que recae sobre el transportín aumenta puntualmente, por lo que es recomendable cargarlos con un margen por debajo de lo indicado. Si, además, nuestra idea de viaje incluye mucho traqueteo y carreteras en mal estado, habrá que aumentar ese margen para no desgastar tanto la estructura.
Puntos de anclaje a la bici.
¿Tiene tu bicicleta agujeros en el cuadro para atornillar el transportín? Si es así, estás de suerte, ya que es el sistema más común y el más seguro para sujetarlo. Apúntate esto si vas a comprarte una bici con la que pretendas hacer viajes. Pero, si no es así, no te preocupes, existen otras formas. Si no tienes agujeros superiores puedes engancharlo a la tija con la abrazadera del sillín o con otra abrazadera. Si no tienes agujeros en la parte inferior una opción muy interesante son los portabultos con eje pasante.
Puntos de anclaje en el transportín.
Nos referimos a la posibilidad de sujetar cosas en el transportín, como pueden ser luces o puntos en los que fijar los pulpos o las redes para aguantar lo que pongas en la parte superior. No es lo mismo llevar solo el saco de dormir, que llevar además la tienda y un colchón hinchable, haciendo que el pulpo no llegue al punto que tenías pensado y necesites otro más próximo.
Tipo de bicicleta.
Para ser algo de funcionamiento sencillo, bicicletas hay de muchísimos tipos, y esta es otra cosa que debemos tener en cuenta. Por lo general, los portabultos son universales para casi todas las clases de bici. Pero si la tuya tiene doble suspensión, hay portabultos hechos expresamente para no afectar al correcto funcionamiento de la misma. Del mismo modo, hay portabultos hechos para bicicletas plegables.
Tipos de alforjas.
Más bien deberíamos hablar del tipo de anclaje de las alforjas al portabultos. Como con el tipo de freno o la medida de la rueda, el crecimiento del cicloturismo ha hecho que los fabricantes, tanto de portabultos como de alforjas, estén haciendo artículos más universales. Sin embargo, hay que seguir andando con cuidado ya que hay sistemas de fijación de alforjas que pueden no servir para todos los portabultos. Lo ideal es que, en cuanto tengas las dos cosas en tus manos, lo compruebes para no llevarte sorpresas el día que quieras irte de viaje.
Como ves, tienes muchas cosas en las que fijarte al elegir un portabultos. Y eso que parecía un simple trozo de hierro. Te invitamos a que visites los nuestros y a que nos digas, además de éstas, en qué otras características te fijas tú.
¡Bon voyage!